gracia

Sí, la gracia de Dios siempre es asombrosa

«El hermano mayor se irritó al oír esto y se negó a entrar en casa. Su padre, entonces, salió para rogarle que entrara.» (LUCAS 15:28 BLP) Así fue, el hijo mayor, irritado, no quiso entrar en la casa de donde surgían cánticos de fiesta, la casa de la reconciliación universal. Sin embargo, el padre bueno, […]

Gracia, compasión y consuelo

Sin duda, el amor a la manera de Jesús de Nazaret, tiene sus prioridades. Desde mi atalaya privilegiada -privilegiada por la gracia de Dios- observo el pueblo de Dios -del que formo parte- y veo corazones abatidos y humillados, y sufrimiento del alma en silencio. Algunos toman fuerzas y me escriben expresando, desde la distancia

La gracia de Jesús de Nazaret

La acción de la gracia

«Aunque estábamos muertos en razón de nuestras culpas, nos hizo revivir junto con Cristo —¡la salvación es pura generosidad de Dios!—, nos resucitó y nos sentó con Cristo Jesús en el cielo» (Efe. 2:5-6 BTI) A la experiencia de la gracia le sigue la acción continuada de la misma. Todo el ser de la persona

La gracia, fundamento del mundo distinto

«Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores?» (Mc. ‭2:16‬) La comunidad cristiana, reunida en torno a la mesa de Jesús, es la casa del Dios de toda gracia. En ella

Dios siempre nos mira con buenos ojos

Toda la felicidad que podamos experimentar en nuestra existencia, sea desbordante o serena, es subsidiaria de la gracia del Dios del cielo. Y cuando la vida nos sume en el trance del dolor, la gracia divina corre en nuestro auxilio fortaleciendo nuestra interioridad a fin de que no desfallezcamos. Todo es gracia, y en ella

Señor, afianza la obra de nuestras manos

Que descienda sobre nosotros la gracia del Señor, nuestro Dios. Afianza la obra de nuestras manos; sí, afianza la obra de nuestras manos. (SALMOS 90:17 BTI) ¿Por qué las cosas no se desarrollan como deseamos? ¿Será porque algo estamos haciendo mal? ¿Por qué rogamos a Dios, y sin embargo no nos responde? En ocasiones pienso

Hay renuncias que no son tristes

«Renunciad, pues, a toda malicia, a todo engaño, hipocresía, envidia o maledicencia. Como niños recién nacidos, nutríos de la leche pura del Espíritu para que con ella crezcáis y recibáis la salvación, ya que habéis gustado la bondad del Señor.» 1 PEDRO 2:1-3 BTI Hay renuncias que no son tristes. No son tristes porque desembocan

Un instante «mágico»

«Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.» Lucas‬ ‭19:5‬ ‭RVR1960‬‬ Cuando Jesús de Nazaret nos mira desde los textos evangélicos, oímos su voz. Oímos su voz que nos dice, «hoy es necesario que pose

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