Somos seres humanos humanos, simplemente hombres y mujeres de carne y huesos. De ahí que no tengamos que representar ningún papel de cara a la galería. sino ser nosotros mismos, en nuestra mas radical desnudez. Solo entonces pondremos de manifiesto que nuestra confianza y poder reside y se origina en Dios, nuestro Señor, y no en nuestras facultades y virtudes. Cuando somos débiles, entonces ¡somos fuertes!
Entradas relacionadas
Tornar a l’essencial: la Reforma protestant com a camí de renovació evangèlica
Por
Edició EPSP
/ 26 octubre, 2025
Volver a lo esencial: la Reforma como camino de renovación evangélica
Por
Edició EPSP
/ 26 octubre, 2025
Dios elige lo improbable: lo que el mundo descarta.
Por
Edició EPSP
/ 19 octubre, 2025

