Somos seres humanos humanos, simplemente hombres y mujeres de carne y huesos. De ahí que no tengamos que representar ningún papel de cara a la galería. sino ser nosotros mismos, en nuestra mas radical desnudez. Solo entonces pondremos de manifiesto que nuestra confianza y poder reside y se origina en Dios, nuestro Señor, y no en nuestras facultades y virtudes. Cuando somos débiles, entonces ¡somos fuertes!
Entradas relacionadas
En memòria d’Elisabet Ramon
Por
Edició EPSP
/ 12 diciembre, 2025
En memoria de Elisabet Ramon
Por
Edició EPSP
/ 12 diciembre, 2025
Navidad: la luz que nos encuentra en la sencillez
Por
Edició EPSP
/ 1 diciembre, 2025


