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¿Quién compraría un terreno en tiempos de guerra?
Quién compraría un terreno en tiempos de guerra es una pregunta que suena absurda. Pero eso fue exactamente lo que hizo el profeta Jeremías cuando Jerusalén estaba a punto de caer. Según Jeremías 32:1-15, Dios le pidió realizar esta compra como signo de esperanza futura. En medio del asedio, la fe no se retiró: firmó la escritura, guardó el documento en un jarrón y proclamó que habría vida después del caos.
¿Quién compraría un terreno en tiempos de guerra? Una fe que actúa
Lo que parece una locura es, en realidad, un gesto profético. Jeremías sabía que esa compra no tendría valor inmediato, pero obedeció la voz divina. Su acto se convirtió en una declaración pública de confianza: “Casas, campos y viñas volverán a comprarse en esta tierra”. Hoy, como entonces, nos preguntamos: ¿quién compraría un terreno en tiempos de guerra? Solo quien cree que la promesa de Dios supera cualquier destrucción.
Comprar esperanza en tiempos inciertos
También nosotros enfrentamos tiempos oscuros: crisis climáticas, guerras, incertidumbres personales. Y en ese contexto, la fe nos invita a invertir en la esperanza, a realizar gestos que siembran futuro aunque no veamos frutos inmediatos. Es ahí donde el mensaje de Jeremías sigue vivo: confiar en que Dios restaura, aun cuando todo parece perdido.
Responder hoy a la llamada de Dios
- Escuchar la voz de Dios más allá del miedo.
- Actuar con fe, no desde el cálculo humano.
- Conservar signos visibles de esperanza y fidelidad.
Te animamos a profundizar en esta visión en el boletín de julio de la comunidad. También puedes leer otras reflexiones dominicales aquí.
Este artículo está basado en la predicación del 13 de julio de 2025 en la Església Protestant Sant Pau.