Cuando todo se desmorona, un llamado a construir
En medio del colapso, cuando lo que creíamos firme se tambalea, el texto de Jeremías 1:1-10 y Jeremías 7:1-11 nos convoca a escuchar de nuevo la voz profética. En un tiempo de crisis nacional y espiritual, el profeta es llamado no a reconstruir el pasado, sino a sembrar futuro con raíces profundas en la Palabra de Dios.
Jeremías 1:1-10: una vocación que nace del caos
Jeremías es llamado siendo joven, sin experiencia, en medio de un tiempo convulso. Su vocación nace del desorden, del dolor, de la urgencia. Dios no le pide certezas, sino disponibilidad. Le promete presencia, palabras que derriban y que edifican, y una misión en la que no estará solo. El mensaje es claro: no se trata de ser fuerte, sino de estar disponible para la obra de Dios.
Un culto vacío y una sociedad rota
En Jeremías 7:1-11, el profeta denuncia el culto sin justicia, la religión que no transforma la vida. Denuncia los templos convertidos en refugios de hipocresía, en estructuras que protegen la injusticia en lugar de confrontarla. No basta con decir «el templo del Señor», si nuestras vidas no reflejan esa presencia. La verdadera adoración se manifiesta en la justicia, la compasión y la coherencia ética.
Construir desde lo pequeño, con raíces firmes
El llamado de Jeremías resuena hoy con fuerza. Cuando todo se desmorona —instituciones, vínculos, certezas— no estamos llamados a huir ni a fingir normalidad, sino a escuchar. Dios sigue llamando a levantar, plantar, construir desde lo más profundo, no desde la apariencia. El Evangelio nos invita a vivir con sentido, a ser comunidades proféticas que denuncian el mal, pero también siembran esperanza.
¿Cómo responder hoy a esta llamada? Confiando en que no estamos solas ni solos. Con palabras verdaderas, gestos concretos y el coraje de soñar con un mundo reconciliado. El mensaje de Jeremías 1:1-10 nos impulsa aún hoy a vivir una fe que construye en medio del caos, confiando en el Dios que sigue hablando.
Puedes leer el texto completo en Jeremías 1:1-10 en Bible Gateway.
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Este artículo está basado en la predicación del pastor Ismael Gramaje del 15 de junio de 2025 a l’Església Protestant Sant Pau.
