¿Qué sería del mundo sin la buena gente?

«Los isleños nos trataron con una solicitud poco común; y como llovía sin parar y hacía frío, encendieron una hoguera y nos invitaron a todos a calentarnos.» ‭‭HECHOS‬ ‭28:2‬ ‭BTI‬‬

Qué sería de nuestro mundo si no hubiera gente buena, con corazones cargados de humanidad. Personas que, sin ser creyentes a nuestra manera o no siéndolo, muestran de una forma muy palpable la marca indeleble del ADN divino en sus acciones de cuidado. Son sal y luz. Sí, lo son. ¡Gracias, Señor, por ellos!

 “Jesús Inclusivo”, es un espacio de encuentro especialmente dirigido a personas de orientación no heterosexual.

“El evangelio del reino es para Jesús un mensaje mesiánico gozoso y no una amenaza apocalíptica”

(Moltmann, Jürgen. Trinidad y Reino de Dios. Sígueme, 1983. pág. 85)

Karl Barth, sobre la oración

Karl Barth, sobre la oración

Abordamos el tema partiendo del hecho de que Dios acoge. No está mudo, escucha; más aún, actúa. No actúa de la misma manera tanto si oramos como si no oramos. Existe una influencia de la oración sobre la acción, sobre la existencia de Dios. Esto es lo que significa la palabra “acogida”. (Barth, Karl. La oración. Sígueme, 1969. Pág. 23)

¿Unidad?

Juan 17:21

La unidad del pueblo de Dios no puede ser un espejismo, no puede ser algo que de vez en cuando ocurre, no puede ser una ficción. La unidad, como gracia, no se fundamenta en opiniones, sino en la experiencia de encuentro con el Resucitado. Sin unidad, la misión que se nos ha encomendado es un imposible.

(De una predicación que expuse el pasado domingo en Zaragoza)

¡Siembra!

Los que siembran entre lágrimas, cosecharán entre cánticos.” (Sal‬ ‭126:5‬ ‭BTI‬‬); “Yo os envío a recolectar algo que no habéis labrado; otros trabajaron y vosotros os beneficiáis de su trabajo.” (Jn 4:38‬ ‭BTI‬‬)

¡Sé una sembradora de luz! ¡Sé un sembrador de esperanza! Siembra siempre, aún sabiendo que tal vez no formes parte de los que recogerán la cosecha. A fin de cuentas, sembrar esperanza, es sembrar un futuro que, por serlo, no se ve. Sembramos en la esperanza de la resurrección.

Pareciera…

Zaragoza, enero, 2020

Veo amanecer en Zaragoza. Y mientras la luz rompe la noche, leo unas líneas que dicen: “Podemos ver la ciudad sobre una colina, pero parece tan lejana. Podemos imaginar la constitución de una sociedad justa, igual y sostenible en la que todos tengan acceso al común y lo compartan, pero las condiciones para hacerla real todavía no existen” (Hardt – Negri).

A continuación pienso el pueblo del Dios de Jesús. Pienso que “en ocasiones pareciera que viviéramos en un tiempo premesiánico.  Con ello quiero decir que vivimos como si el Mesías Jesús no hubiera venido. Y al instante, oro: Señor, vengan los nuevos cielos y la nueva tierra. Hágase tu buena voluntad, como en el cielo, así también en la tierra (Mt. 5:10). Amén

Ignacio Simal

¡Buenos días! Aquí os dejamos una cita de Moltmann para vuestra reflexión:
“El que concibe a Cristo en sentido exclusivo, no para otros sino contra otros, no ha comprendido al reconciliador del mundo”.
(Moltmann, Jürgen. El camino de Jesucristo. Sígueme, 1993. Pág. 373)

¡Dejadme mirar el cielo!

¡Dejadme mirar al cielo! ¡dejadme observar el firmamento! Dejadme contemplar la obra del Dios en quien creo desde hace muchos años.

Contemplando la creación de Dios no experimento arrobamientos, no veo ángeles ni escucho voces del cielo… sólo oigo un silencio que penetra a través de todos los poros de mi piel hasta llegar a lo más profundo de mi ser. Y entonces, sólo entonces, recibo el don de ver que todo, absolutamente todo lo bueno y excelente de la creación proclama la grandeza y la gloria de Dios. Y en ese instante “mágico”, recibo la vitalidad suficiente para continuar en el camino de Jesús, proclamando el Evangelio. Una buena noticia que dice que el ser humano es susceptible de salvación, es susceptible de tomar otra dirección en su existencia teniendo como horizonte el reinado de Dios. Y todo ello por la gracia y misericordia del Dios de Jesús. ¡Dejadme mirar al cielo!

Ignacio Simal

Aniversario del nacimiento de Martin Luther King

Fabricamos iconos que alivien nuestra conciencia de la memoria subversiva de los que fueron mártires a causa de la justicia del otro mundo posible.

Estem a les mans del Senyor

Una queridísima hermana de mi comunidad cristiana, cuando transitamos por momentos difíciles, comunes a todo ser humano, suele decir, “estem a les mans del Senyor” (estamos en las manos del Señor). Y, ¡cuánta verdad encierran esas palabras!

Dios, el Dios que se manifestó en la persona de Jesús de Nazaret, nos conoce más que la madre que nos dio a luz. Bien dice el salmista hebreo: Conoce cuando nos sentamos y cuando nos levantamos; nuestros trajines y descansos los conoce. Aún en la distancia conoce nuestros pensamientos (Sal. 139:1-4). Pero sobre todas las cosas, “su protección nos cubre por completo, nos cubre con la palma de su mano” (Sal. 139.5), y ahí se encuentra, como seguidores y seguidoras de Jesús, nuestra confianza y nuestro descanso. Como dice mi querida hermana, “estem amb les mans del Senyor”. De ahí que en momentos de debilidad y dolor podamos, si ponemos atención, escuchar en nuestro interior la voz del Espíritu que nos dice, ¡bástate mi gracia!, ya que, en la fe de Jesús, en medio de la debilidad podemos sentirnos fuertes, con esa fuerza que procede de lo Alto (2 Cor.12:7-10).

Posiblemente no estés pasando por buenos momentos, pero no olvides, recuerda que estás en las manos del Señor.

Sola gracia, solo a Dios la gloria. Amén

Ignacio Simal

Núcleos Betel + Sant Pau

Nuestra comunidad ha creado diferentes núcleos de acompañamiento, evangelización y estudio en Barcelona, Lleida, Terrassa, Vilanova i la Geltrú y el que hemos denominado “Jesús Inclusivo”, especialmente dirigido a personas de orientación no heterosexual. Si tienes interés en formar parte de alguno de nuestros núcleos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

Lo central…

Lo central en la presencia y desarrollo del “reinado de Dios” no gira en torno a la pregunta, “¿qué debemos hacer nosotros?”, o “¿qué queremos o podemos hacer?”, sino más bien, “¿qué es lo que quiere hacer Dios?” o, mejor, “¿qué es lo que está haciendo Dios entre nosotros?”.