¿Qué vemos dentro de nosotros?

Cantaban “The Rolling Stone” en 1966: “Miro dentro de mí, y veo que mi corazón está negro. No más colores, quiero que se vuelvan negro […]. No es fácil plantar cara cuando todo tu mundo es negro”.

Y muchos siglos atrás el poeta hebreo escribía: <<Tenía yo confianza aunque decía: “¡Qué desgraciado soy!”. En mi turbación exclamaba: “Todos los humanos mienten”>> (‭‭Sal. ‭116:10-11‬ ‭BTI‬‬). Y es que hay momentos en la existencia en que lo vemos todo negro, tanto si miramos dentro de nosotros -“¡qué desgraciado soy!”- como si observamos a nuestro alrededor -“todos los humanos mienten”-. ¡Todo lo vemos negro!

Nuestro corazón bebe una mixtura compuesta de confianza en Dios y turbación. No sé si a partes iguales. Lo que sí sabemos es que es un debate interior muy doloroso, y que nos priva de ver la vida en todo su colorido. Y oramos, haciendo nuestra la oración de Jesús, “Padre, si quieres, líbrame de esta copa de amargura; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (‭‭Lc. ‭22:42‬ ‭BTI‬‬).

Ahora bien, en medio de todo esto, y haciendo caso omiso a la invitación a la desesperanza que nuestra situación existencial nos hace, decimos en voz alta y clara: “Alzaré la copa de la salvación, invocaré el nombre del Señor. Cumpliré al Señor mis promesas delante de todo su pueblo” (‭‭Sal. ‭116:13-14‬ ‭BTI‬‬). Y lo decimos sabedores que aunque nuestra fe sea minúscula, será capaz de “mover montañas” (Mt. 17:20). La asombrosa gracia de Dios obrando en nosotros logrará, en abierto contraste con lo afirmado en la canción de los “Rolling”, que miremos dentro de nosotros y veamos luz, que observemos nuestro alrededor y volvamos a ver la vida vestida de los colores del arco iris. Soli Deo Gloria

Ignacio Simal, pastor de Betel + Sant Pau