Tal vez morderemos el polvo que queremos evitar

Lucas 18:9-14

Tal vez morderemos el polvo que queremos evitar. Sí, lo morderemos cuando comencemos a sentirnos mejores que los demás. Sí, lo morderemos cuando comencemos a depositar nuestra confianza en nuestro despliegue de piedad, y no en la gracia de Dios. Sí, lo morderemos cuando en nuestro fuero interior pensemos que se debiera anteponer a nuestro nombre el apócope de “santo”. En fin, lo morderemos cuando comencemos a mirar por encima del hombro a nuestras hermanas y hermanos.

¿Qué somos? Mujeres y hombres que, como el publicano de la parábola, solicitamos, de forma constante, la compasión divina; ya que, dicho en lenguaje bíblico, ¡somos pecadores! Hombres y mujeres que, como el apóstol Pablo, dicen de sí: «Realmente no acabo de entender lo que me pasa ya que no hago lo que de veras deseo, sino lo que detesto.» (Ro. ‭7:15‬ ‭BTI‬‬).

¡Humildad, hermanos, humildad! Necesitamos grandes dosis de humildad para evitar compararnos al alza con nuestro prójimo. Solo así viviremos nuestra cotidianidad envueltos en el perdón de Dios, y en cercanía fraterna a nuestros prójimos. De no ser así, no lo dudemos, morderemos el polvo que queremos evitar.

14 de febrero de 2018, miércoles de ceniza

Ignacio Simal, pastor de Betel+Sant Pau

Un instante “mágico”

«Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.» Lucas‬ ‭19:5‬ ‭RVR1960‬‬

Cuando Jesús de Nazaret nos mira desde los textos evangélicos, oímos su voz. Oímos su voz que nos dice, “hoy es necesario que pose yo en tu casa“. Y sobra que diga más palabras. Esas nos bastan.

Descendemos deprisa de nuestro sicomoro particular, y llenos de alegría, le recibimos en nuestra casa que ya es suya. Es entonces cuando atravesamos el umbral que nos introduce en la militancia a favor del mundo nuevo según Dios y su justicia. Y en ese instante “mágico” escuchamos la voz del Resucitado declarando: ¡hoy ha venido la salvación a esta casa!

Soli Deo Gloria

Ignacio Simal, pastor de Betel + Sant Pau