¡Vivid con alegría! | Ignacio Simal

Filipenses 4:4-9

¡Vivid con alegría! Que siempre se dibuje una sonrisa en vuestro rostro. Que todas las personas reconozcan en vosotros un carácter bondadoso a la manera de Cristo. Y cuando notéis que alguna circunstancia trate de desdibujar vuestra sonrisa o tornar vuestra bondad en acritud, haced oración en actitud agradecida por la vida. Entonces, solo entonces, la paz de Dios inundará vuestras entrañas. De tal manera será así que notareis que vuestro corazón será protegido de aquello que pretende distorsionar vuestra existencia. Tengamos esto presente en medio de las dificultades que la vida nos presente.

Soli Deo Gloria

Ignacio Simal, pastor de Betel+Sant Pau

¡La celebración cristiana es una fiesta!

Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos” (Lucas 15:32a)

Esglesia ProtestantNo permitamos que la niebla ambiental oculte que la celebración cristiana es la fiesta que anticipa el advenimiento definitivo del “reino” de Dios. La celebración cristiana es la reunión de las hijas e hijos que otrora abandonaron la casa del “Padre”, pero que de nuevo han sido recibidos al hogar que nunca debieron haber abandonado. La celebración cristiana no está envuelta por el sonido de los “golpes de pecho” de las personas reunidas, sino por el batir de palmas, la música y la danza.

Por todo ello, no permitamos que la niebla ambiental empañe la celebración de la fiesta de la reconciliación entre los seres humanos. ¡Experimentemos lo sublime de la gracia del Dios que nos mostró Jesús de Nazaret!

Ignacio Simal, pastor de l’Església Protestant Betel+Sant Pau

El sembrador de luz

«La luz se esparce sobre los justos, y la alegría sobre los rectos de corazón. Alegraos en el Señor, vosotros los justos, y alabad su santo nombre.» ‭‭Salmo‬ ‭97:11-12‬ ‭NVIC‬‬

Independientemente de las circunstancias, Dios, nuestro Señor, “esparce” (o “siembra”, RV60) luz sobre nuestras existencias. Tal vez una luz tenue, tal vez deslumbrante, pero luz al fin y al cabo.

“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”, afirma el/la creyente. Y es que tanto en las Escrituras, como en nuestro interior, y en la compañía de creyentes podemos notar como el Señor siembra luz en nuestros corazones, y ello nos llena de tanta alegría como la que cubrió el corazón de los pastores cuando recibieron el anuncio del nacimiento del Mesías. De ahí que con el salmista confesamos que nuestra alegría más veraz se encuentra en el Señor, en el Cristo. Y ello nos lleva, ciertamente, a alabar constantemente el nombre de nuestro Señor, Jesús de Nazaret.

Soli Deo Gloria

 

Ignacio Simal, pastor de Betel+Sant Pau