No temas

Si la mirada de Dios es aterradora para el que se siente mirado entonces, como escribe María Zambrano, “la esperanza estará prisionera del terror”.

Sin embargo, cuando el que se siente mirado es sabedor de que el que le mira es un padre-madre que está constantemente con los brazos abiertos  con el único objetivo de abrazar y acoger, la esperanza respira en libertad en el corazón del ser humano, y se siente en buenas manos. Manos que inspiran respeto, como se respeta lo que se ama de veras, pero nunca terror. La Palabra que sale constantemente de la boca de Dios, dirigida hacia los que “le ven” cuando les sale al encuentro, siempre es “no temas”. Y esa Palabra, mediadora de la Gracia, es la que logra que volvamos en sí, nos pongamos en pie, y ser sanados de las heridas infligidas a través de nuestra biografía.

Sola Gracia. Solo Cristo. Solo a Dios la gloria.

– Ignacio Simal

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